Tengo este vestido desde verano. Descubrí la tela y no pude
evitar comprarla.
Quería un vestido etéreo, por la caída y el tacto de la
tela, y pensé en ponerle unas cadenas tan gruesas como tirantes para contrarrestar
un poco ese efecto.
Tuve que ponerle un forro, que es algo que no había hecho
antes, porque al ser tan fina y tan vaporosa tanto el viento como la luz me la
podían jugar. Además así sujeto tanto el escote delantero como el de la espalda
para que la tela quede fruncida.
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