Vestido de boda

Este vestido es el que me hice para la boda que tuve a principios de Julio. Tengo que reconocer que el mérito no es del todo mío. A mi madre le debo los acabados, que como podréis apreciar son mucho más pulcros que los que yo hago habitualmente.

 Me prohibió terminantemente llevar el vestido cómo lo habría llevado si hubiese dependido sólo de mí. No tendría ni los dobladillos a mano ni la cremallera invisible. En realidad le debo a ella que quedase tan espectacular, aunque el diseño y la percha corrían de mi parte.

 Acababa de ver el gran Gatsby, y aunque a simple vista no tiene mucho que ver, me inspiré un poco para la falda. Sabía igualmente que quería marcar cintura y costillas así que intente aunar corpiño y falda para que tuviesen una continuidad visual. El escote corazón es de mis favoritos, y me decidí del todo  aprovechando que siendo la primera semana de julio ya me habría dado tiempo a tomar el sol y ponerme morena (dentro de mis posibilidades, que para mi piel eso de la melanina es un chiste…).

La tela ya la habéis visto en otro vestido que hice poco después, os lo pongo aquí.

 En las fotos no se aprecia, pero la falda tiene una apertura central, tapada por el pliegue, pensando en la comodidad para caminar y sobre todo para el momento de bailar. Es palabra de honor, por lo que no quería arriesgarme a enseñar más de la cuenta si alguien me pisaba los bajos en la pista. Así que gracias a la apertura podía recogerme la falda con el cinturón dejando un vestido corto y cómodo.

En cuanto a los accesorios, el bolso es de Accesorize, fue amor a primera vista y el centro de todo el conjunto. Primero fue el bolso, y de ahí la tela, el vestido y los demás accesorios.

 Los pendientes son de H&M, y los anillos de Sfera el ancho y de Méjico el finito. El cinturón es de Mango.

 Los zapatos son de zara, Los elegí porque iban sujetos al tobillo y además el tacón era ancho y bajito y la verdad que no sé en qué medida se lo debo al zapato o al alcohol pero aguanté con ellos puestos más de 12 horas. Y además  la purpurina. Estoy segura que en otra vida fui urraca, porque me vuelve loca todo lo que brilla (bueno, casi todo).

Os pongo algunas fotos de ese día, para que no me regañéis por no verme los vestido puestos ;)